México es un país de gente amable y solícita. En
principio no existen ni el “no” ni el “después”, pues el primero se convierte
en “más o menos”, y el segundo en “ahorita”. Con el peligro de interpretación
que eso conlleva para una española como yo.
A la primera muchacha que me ayudaba en la casa yo le
preguntaba –Oye Chuyita ¿Tú sabes cocinar comida mexicana?-
-Pos, más o menos Señora Rebe- Lo de Señora desde
luego no es por mi gusto, es una costumbre de este país, que se ha incrustado
de tal forma en sus gentes, que no se les saca ni con agua caliente y jabón.
Pues a lo que iba, que me distraigo. Ahí iba yo a
comprar mis nopalitos, las patatas,