Querido y amado esposo,
Te escribo estas líneas con el firme propósito de
pedirte una disculpa. Como bien sabes, hablo el idioma de Don Miguel de
Cervantes Saavedra, que no es exactamente español, y aunque los dos
compartimos fonemas y giros lingüísticos, la semántica, los usos y las costumbres, son otra historia. Si alguna vez mi discurso te parece soez y
descarado, créeme que lo siento, no es mi propósito ofender, ni faltar a la
honra de nadie, más sí comunicar. Sin más dilación te remito a que leas mis líneas,
pues sólo de esta forma tan sencilla, llegaremos a acercar nuestros mensajes y
quizás, quien sabe, a entendernos.
Comunicación.- Proceso mediante el cual dos agentes
que comparten el mismo repertorio de signos y reglas semióticas comunes, interactúan. Comunicar es algo más que transmitir información, requiere de
empatía, es decir la capacidad para ponerse en el lugar del otro e interpretar
el significado de su discurso desde el punto de vista de quien habla. Es tan
importante lo que se dice, como la manera en que se dice.
Si el camino más corto entre dos puntos es la línea
recta… ¿Por qué el camino más corto entre dos discursos no es la palabra
correcta? O al menos eso es de lo que tú me intentas convencer algunas veces.
Y… ¿A qué viene todo esto? Te refresco la memoria. El otro día en el supermercado, al
chico que estaba empaquetando las compras le dije…
–Te cojo unas bolsas y así terminamos antes.
Tú, con todo el timbre de voz de barítono que Dios te
ha dado, y lo suficientemente alto para que lo escuchara el muchacho, la
cajera, y todos tus paisanos que hacían cola para pagar, bramaste:
–¡No digas coger, di agarrar!
A lo que yo respondí –Como el muchacho no es sordo, ya
se habrá dado cuenta por mi acento, que no soy de aquí.
Eso fue lo que dije, ahora te voy a contar todo lo
que callé: Según el diccionario de la Real
Academia de la Lengua
Española , en el que se recoge no sólo las definiciones del
idioma de Don Miguel, sino todos aquellos giros lingüísticos aceptados de las diversas
variantes latinoamericanas, te paso a decir que “coger” significa:
- Asir, agarrar o
tomar.
- Recibir en sí algo.
- Recoger o
recolectar algo.
- Tener capacidad o
hueco para contener cierta cantidad de cosas.
- Hallar, encontrar.
- Descubrir un
engaño, penetrar un secreto.
- Captar una emisión
de radio o de televisión.
- Tomar u ocupar un
sitio o una cosa.
- Sobrevenir,
sorprender.
- Alcanzar a quien va
delante.
Y así hasta veintidós definiciones no coloquiales de
la palabra coger (véase RAE). No es hasta la última, hasta la número 22, cuando
aparece la siguiente acepción: Dicho del macho de determinadas especies:
cubrir a la hembra.
Y yo me pregunto ¿Se refiere al macho de la especie
mexicana? Resumiendo: hay 22 definiciones de la palabra, yo me quedo con las 21
primeras y tú sólo con la última, interpretando que perteneces a esa misteriosa
especie. A mí me parece que a la vista de los acontecimientos, a lo
mejor yo no estoy tan mal, y tú tienes la mente un poco sucia, enlamada,
obsoleta, angosta, atrofiada, putrefacta (lo digo sin acritud). Además, volviendo al tema que originó el debate, después de tu llamada de atención,
fijé la vista en los pantalones del muchacho y no atisbé ningún amago de bajárselos.
Seguimos ¿Qué son las chichis? Según mi fuente es la
forma coloquial de llamar a la vulva ¿Por qué señalan ustedes más arriba? ¿Qué
es eso de “bubis”? No parece en el diccionario español ¿Qué problema hay con la
palabra “tetas”? Las dos tienen cinco letras. La diferencia es que la primera
no existe en nuestro idioma y la segunda significa: cada uno de los órganos
glandulosos y salientes que los mamíferos tienen en número par y sirven, en las
hembras, para la secreción de leche. ¿Te parece ordinaria la definición? A mí,
no. Pero no te preocupes, si no te gusta, hay alternativas: tenemos “pechos” y
los siempre poéticos “senos”.
Tengo otra definición:
Culo.- Conjunto de dos partes carnosas que ocultan el
ano, o lo que es lo mismo: nalgas.
Si tú, cuando lo escuchas, te imaginas otra cosa “no
es mi pedo”, recurre al diccionario. Y hablando de pedos, ¿Qué es eso del pun,
de las popos, de hacer del uno o de hacer del dos? ¿Tú te imaginas que yo
hubiera tenido que explicarle al urólogo pediátrico el problema de nuestro hijo
Marco con este tipo de vocablos?
–Mire usted Doctor, que a mi hijo le duele hasta arriba de su cosita cuando
hace del uno. Pero no sólo eso, sino que también se queja de comezón, en la
parte por donde sale el dos. Usted me entiende... sí, donde acaban los punes y
las popos.
Me imagino las dudas del profesional del aparato
excretor:
¿Qué cosita?
¿Qué está numerado con el uno? ¿Y con el dos? ¿Esta
usando una clasificación ascendente o descendente con respecto a lo que parecen
ser orificios de salida?
¿Qué es el pun? ¿Tendrá relevancia médica que la
madre haya calificado a las ventosidades como punes, y no como pffffffes, o como
tarrrrrrrrrratatas?
Afortunadamente fui más concisa:
–Mire usted Doctor, mi hijo se queja de dolor en el
glande al orinar, dolor que a los pocos segundos se extiende hasta el recto.
El doctor, lo vio claro, no tuvo duda, y es que el
idioma de Cervantes tiene para todos.
Aún así, cariño mío, créeme que lo intento. El otro
día al ir de camino a la escuela de verano, Marco tuvo una urgencia, y como
andaba un poco suelto de la panza me di prisa en llegar, para no tener que
lamentar las consecuencias. Mientras estacionaba, iba pensando las palabras a
utilizar, para no ser grosera.
–Le voy a decir, que Marco necesita ir al baño porque
se hace del dos, pero que como está recargado, a lo mejor sólo son punes, pero
aún así mejor que lo acompañe y se cure en salud –pensé.
Apago el motor, bajo a Alejandro y cuando veo la cara
del pequeño, me lo encuentro constreñido, sudoroso y de un color verde
aceitunado. Lo cojo de la mano, lo lanzo para la monitora y digo: “corre,
caca”. ¡Si vieras lo bien que me entendió! No tuve que aclarar ni media
palabra.
Pero bueno, con todo esto no pretendo convencerte que
te pases al núcleo duro del castellano. La gracia de nuestro idioma viene de su
riqueza, tanto de vocablos como de significado. Si todos habláramos parejos
¿Qué encanto tendría el acento mexicano para los españoles, o el español para
los mexicanos? No voy a dejar de hablar como lo hago, tampoco lo hagas tú, por favor, pero
intentemos respetar y así llegar a un entendimiento.
Espero que esto no te jod… demasiado, sólo lo he escrito
para que no me andes ching…
Por último, y ya que la cosa va de confesiones, tengo
algo más que decirte. Creo saber por qué se rompió la puerta de la cajuela. Fue
el día de la caca de Marco, en Naturales. Puse marcha atrás después de dejar a
mis niños, y ese preciso instante, fue el elegido por una hermosa columna color
crema para emerger desde el pasto. El maletero la miró, ella le sonrió coqueta,
el amor hizo el resto, y antes de que me pudiera dar cuenta, se habían fundido
en un apasionado beso. Tuve que hacer verdaderos esfuerzos por separarlos, pero
la vida es dura, y a veces nos aleja cuando nuestra intención es acercarnos.
Sin nada más que decir, se despide tu fiel y amorosa esposa.
Rebeca
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